lunes, 14 de mayo de 2012

LA PESTAÑA Y LA MUERTE QUE SE CAYERON SOBRE UN FRIO PIANO DE MÁRMOL EN LA AZOTEA.

En el salón secundario de la mente se establece un universo que habita en el bosque de vidrio de una consciencia que permite la reorientación de giro en sus campos de tiempo.
- En cada camino que me conduce hacia tí... hay una pregunta hecha al revés.

Cuerpos fósiles del recuerdo suenan con un timbre fabricado en agua fría.
Tu tijera se refleja en un huracán. Ya no hay nada en la prisa del silencio. Sólo los Helohim, que fotografían el abismo tridimensional en la ideación del alma.
( Y nosotros, como no habíamos comido los frutos del árbol del conocimiento, no podíamos ver entonces el "parzuphim" desde la faz de la faz ).

Mueren siete reyes primordiales con sus circulos e instrumentos en tan sólo doce horas.

Un sentimiento se vuelca en un cubo donde canta un pájaro mágico de cien colores. Lesamieron se levanta de su asiento y aparta la cortina azul para poder ver como llueve sobre el sol. El temporal reune sus crepúsculos vespertinos alrededor de una camilla. Una muchacha con melena suelta el alineamiento que produce la voz de una rosa recién cortada en las distorsiones geofísicas de nuestro campo planetario.

Los controladores físicos del ciclo planetario intercambian dos estructuras cristalinas en el modelo de doble hélice que tiene toda forma viviente en la gravedad.
Células bicóncavas en un medio de alta viscosidad sostienen ahora el peso de la brisa.

Tu nombre es un rocío helado, que cae, desigual.