lunes, 10 de marzo de 2014

INMERSIÓN EN EL JARDÍN LILA DE LAS RUINAS DE UNA ALEGRÍA DIFUNTA QUE SE ESCUCHABA EN LA SONRISA DEL AMOR

Sin el mármol al final de los cielos no podría llover, una rueda roja con parasoles de azúcar gira en la muerte de quien se era, el alma psicolubrica con sus hilos de hierro todas las colonias de oro que ha dejado abandonadas una mujer-loba, una voz se disfraza de pequeña asesina que llora, el gesto se baña en una ternura tendida bajo la bóveda celeste, una lengua entre dos encías se consagra a la inocencia con alegría, una sirvienta descubre entre dos rótulas el orificio de la felicidad, el sueño es como un carromato que traslada ataúdes sobre las olas, hay una rebelión de colores partidos, en los terrenos finales de los peregrinos del tiempo los cuernos de cada emoción se agitan hasta volverse incoloros al principio de toda generación, el adiós que habita en la palma de mi mano arde atornillado a una flor inexistente, un perro que está suspendido en el cielo recibe descargas eléctricas al descubrir el hueso de Dios puesto encima del cuerpo inerte de un poeta, habitantes de mundos fantasmales se consumen entre los adoquines de sus propias ciudades, no se comen ni mueren porque no tienen el concepto del "principio", un enamorado sólo sueña con llegar a ser el otoño para vivir metido en su sombra, el mar se lleva el peso de un milagro convertido en figura de cera, los espectros se alimentan de piedras que luego adornan con cintas de agua, en la profundidad de tus años sueñas mientras eres soñado, cada mañana deshacía con las manos los paisajes circulares de sus suspiros metálicos, alguien vio dentro de un corazón una vagina con semen estallado, había vientos rojos saliendo por los latidos, una cabeza muere en pie sobre la mugre del paraíso, sus verdaderas fiestas siempre fueron en el cuerpo imaginario de las quimeras, el balanceo de un rumor palpitaba en la respiración de un animal, en el templo de los vértigos duelen las madrugadas,... me encanta ese vino azul mezclado al interior de mi amargura.