domingo, 16 de febrero de 2014

LOS BESOS PARALELOS QUE SE METÍAN EN LA TERNURA NEVADA DE DOS LABIOS ABIERTOS HASTA ROZAR SU CORAZÓN PARA LATIR SIN SONIDO.

El espíritu es la traducción de las olas incoloras del amor cuando recubren a los peces amargos que mastican las cosas exteriores que cuelgan de la parapsicología del género humano como si fuesen una fuerza superficial de los estremecimientos y suenan con ojos de fruta aplastada contra la razón rotante de la velocidad de la luz hundida entre carnes de azufre sonoro por magnolias que se han desprendido de la boca de una reina rosa olvidada dentro de las gotas que cayeron durante toda su vida frente al pubis de aquella primavera que finalmente fue saqueada por el vacío ardiente de los cielos cuando la aparición de alguna cinta humana en su alma destiló masas erizadas de viento para el renacimiento de la conciencia en las proteínas del sueño que la oscuridad atraviesa con su lengua usada por los 22 aminoácidos básicos de la corteza bioquímica del cuerpo que sólo es un sabor para el parpadeo de la estrella que cuelga de los senos de la atmósfera como si fuese una fruta caída desde el líquido de un pensamiento metálico circular que se ha secado con el peso del cabello mientras un color grita y se alimenta de gestos fatigados para el nacimiento del mundo en el corazón apretado de una cintura puesta en el cuerpo de cualquier beso encendido como una pequeña torre de saliva que por vez primera llega a manos de los labios como un hilo de oro con olor a hierba para intelectos de sentimientos internos con un dolor en posición vertical que es sostenido por los brazos de un recién nacido que son un par de remos duros que parecen flotar entre risas y tempestades frente a las puertas de un abismo de huesos tirados por encima de la cabeza de otro éter que mira desde su edad que no existe los resortes plateados de las venas del mar con sus muertos sobre el vientre aplanado de arenas emplumadas en sal por donde una geometría de luz pastorea hoy los lechos marinos como una esquirla mágica salida de uñas que se encienden en la delgadez marina.