- Pon tu corazón perdido en la espiral...
El tiempo se revolvió en la sala de las sonrisas. Una vida muerta corrió sobre el mármol convertida en el cuerpo de un león.
Y Soma, descubrió ese olor a esperma en los logaritmos de la inteligencia. Todo su periespíritu salió de los escombros. La lluvia, a golpes de alba, enterraba su deseo en la tristeza.
- El volumen ya no quiere consistir, Soma. Vivir es para él la interrupción del alma en el espacio.
Lesamieron prolongó entonces mis letras de agua hacia el pozo. Sus gestos de música, crecían y se estiraban en los movimientos de la muerte. Unos extraterrestres hechos de pensamiento vinieron con dos mil horas empapeladas en un sólo instante.
Noté la boca del silencio llenar mi interior.
Afuera, alguién se bajaba de la cruz. Sin ojos, aleteaba caminando con un hacha brillante.
- ¿ Qué miras, Soma ? Yo soy el Salvador.
Una cerradura en el cielo descendió entonces desde el centro de lo oscuro.
Varias naves volaban como una aglomeración de cenizas.
Y mi halo fue segregado.