- Tus versos multidimensionales, que reflejan mi mente a través de formas poéticas elásticas, son los correctos. El sentido adquiere así, un carácter no local, sino cuántico.
Y el cuerpo del olvido cayó en el movimiento. Y un colapso gravitacional se movía a través de su campo energético. Los huesos de la nieve se condensaron en una nube galáctica. La radiación, de una ternura sin precedentes, llegó a formarse como una criatura en espirales de turbulencia plásmica. Donde el no sentir rastreó a su no ser, un punto en el tiempo produjo el calor suficiente como para que se originara una fusión nuclear.
- Tus imágenes no solo escrutan, tienen retorno. Son el carácter no-local de las eras. Están basadas en el líquido. Nuestras extra-inteligencias viven hacia afuera, más allá de las perspectivas. Son arroyos.
Viene el Alba. Materias químicas, como un sauce, se inclinan sobre nuestra razón. Un espejo dorado es entonces embestido por los vientos del reino solar.
- Y tu claridad... ahora es hierba blanca en ese gesto levísimo.
