lunes, 2 de mayo de 2011

TUMBA ROMÁNICA.

Sobre unos pechos altos y duros, el amor volaba bebiendo tiempo con los bordes de aire. La luz nadaba tan seca como su inteligencia. Era el final. Un sabio pesaba el temblor de los agujeros por aquellas sombras que empezaban a andar.
- La tormenta azul de la mansedumbre vive muy lejos, Soma. Y tu planeta llena con escombros las salas del tiempo.
Lesamieron recogía las rebeliones gelatinosas que había dejado el hombre. Un canto, con olor desconocido, se enroscaba junto al mar.
En mi mundo, las callejas después de haber amado, iban y venían.  Con sus espaldas de piedra. Enmohecidas.
Las torres de la soledad huían dentro de las ramas grasientas de la muerte. Mi deceso salía de la nieve besándole los pies a mi cabeza.
- Casí todas las vidas son un éxtasis... robado.
Afuera, el cáncer me daba las gracias por nombrarlo entre los granos partidos de la felicidad.
"Tú te lo mereces".

Y mis manos, creían aún trepando en el muro.