El número treinta y tres sacaba sus sueños de una caja con muchos botones. Idiomas cristalinos de fuego viviente generaban espectros radiofísicos leyendo en un cuarto blanco y cálido.
Lesamieron colocaba sus libros empotrándolos en una bruma rellena con migas de pan.
- La resonancia de la nave que viste anoche obtuvo de tu conciencia esa diferencia de frecuencial con ondas cristalizadas y mejoradas a través de miríadas de combinaciones ondulares monitoreadas por esa sensibilidad ultravioleta que tú conoces.
Cuando nadie empezó a llorarse... todos descubrieron a la nada cosiéndose un pensamiento.
Encima de la mesa, la muerte arrastraba sus pechos. Lo hacía callada, mordiéndolos sobre las alas del olvido.
En el más exterior de los satélites del planeta Edén, los vástagos que encarnaban en el circuito de personalidades humanas de la Tierra, atendían los asuntos de las esferas fraternas de la bipolaridad. Unos pequeños murmullos bajo los setos de pronto se dividieron en siete personajes. Así pueden gobernar a todo monitor subterráneo de su psique.
El mes de enero descubrió un enorme agujero en las cámaras del horizonte que él usaba siempre para equipar de olas a la soledad que brotaba del aliento del agua.
Un inmigrante escarba en el frío para encontrar una mirada lo bastante tierna entre las grietas del pensamiento de su hijo.