miércoles, 27 de marzo de 2013

DE LAS TIJERAS QUE CORTABAN EL CALOR QUE SALTABA DESDE EL AMOR CON SU VIDA ENCOGIDA COMO UNA GOTA QUEMADA POR LA OSCURIDAD.

En el umbral de la constelación yace un hombre ahorcado que leía en la resina de sus sueños.
Una botella de carne cae desde el cielo sobre la palma de su mano. Las rutas del sonido leen en las líneas de su vida como una brisa se aplasta en las terrazas del firmamento. El horizonte se desfonda en el traje sin luz del olvido.
Lesamieron trenza una corona cubierta de besos en el dolor de las nubes que nos miraron por la ventana.

Las criaturas que habitan cerca de la muerte en las esferas del universo descubren una válvula bajo el esmalte del surco lunar. Ahí, sus almas se cierran emitiendo un silbido al interior del sabor con brumas.

Los Organizadores de las Fuerzas en la Energía Primordial ocultan los sentidos humanos que dieron saltos desde el contenido de su materia no visible.

El abandono se refresca en la corteza de un madero.

- ¿ Y quién no tiene un amor que flote como un barco de agua bajo un cielo hervido ?

Bruscamente, de una ausencia a otra, el invierno pega su humedad de cuero a la vidriera.

La libertad se agarra a las puntas del viento. Se mira, sosteniendo la raíz de la esperanza como si fuese materia fría.

- Quiero ser hermoso como el suicidio de tu deseo al revés...
- Siempre fuiste el poeta de una dinastía sin límites, Enrique.

Hay una fiesta de aire en los termómetros marinos de un planeta de miel.