miércoles, 3 de abril de 2013

EL SABOR DE LOS SENTIDOS QUE DESCUBRIERON PENSAMIENTOS DE ZAFIRO SOBRE UN OJO OCULTO QUE FLOTABA EN OLAS DE ESPUMA HECHA DE NIEVE.

Seres oriundos de los mundos espirituales leen, en los pliegues del umbral de los sueños, como los seres mortales lloran lágrimas de resina al ascender hacia la perfección de los reinos más elevados del cosmos.
En el paraíso, un concilio de príncipes astrales, rodean un géiser de sangre que aborta los saltos que da la razón humana sobre sueños cifrados en imágenes recalentadas por el instante.

El tiempo lame los anuncios luminosos en los carteles de un prostíbulo. Aprieta su monstruosidad de colores al óleo. Se desdobla, y después, incuba sus bajos instintos al interior de ancianos orientadores de nuestro universo.

Una mujer tiene niños por los ojos y exclama: ¡Para mí el sexo es una proyección de bailes para crisis silenciosas! Un peregrino se descubre a sí mismo en la raíz de una flor. Él, a su vez, responde: "No, el amor es el abrir y cerrar de una puerta para que mires lo que se ve desde tu estado de ánimo".

- Buscabas salir de tu dolor... pisoteando tus propias huellas.

Cayó de cabeza la hembra de la luna y se oyó sonar su cabello al viento. Sus ojos se clavaron en el último aliento de los restos de un amor cuya mente no tenía gusto a nada.

Alguien empujó un alma de alegrías horribles hacia un viento que pasaba de largo hasta  llegar a la mejilla de una musa que vomitaba su propia imagen mojada y carnosa.

La muerte se suicidó en un 80% y mandó su otro 20% a una reunión de imbéciles.
 
Un idiota descubrió a Dios en la guía telefónica.
Una baronesa socialista fue seducida por el Creador que, como era bromista, la metió en un cubo.

-Dame una tristeza dorada para mirar a mis sentimientos con la lentitud necesaria... hasta verlos aplastados en una nube.