La muerte llenó el cuarto de un tipo de luz diferente más allá del tiempo convencional cuando éste mundo ya formaba parte del derecho del nacimiento colectivo de un modelo de vida atemporal codificado para conciencias de compulsión en la idea de un vacío bajo el manto de otras vestiduras a ser reubicadas en la Mente Eterna de lo que "no es lo que es" en Árboles de belleza eléctrica para activar la química viva de los frutos de existencia no galácticos que moran aún dentro de nuestro Alfa y Omega original con ese color nacido como un canto fijado en la intersección de nuestros fenómenos para cambios cuánticos de fondos nevados que deben ser leídos en el plano de una palabra apta para mundos que sean morada de la transfiguración en la enseñanza de nuevos conocimientos directos a partir de otro espacio de tiempo en estaciones de fases reservadas al alma para que sea como una armadura que se agite alrededor de nuevas realidades recogiendo así atributos que hablen desde el silencio de un muro de savia hacia el vehículo corporal de la luminosidad de un resplandor del "será como será" entre especies de quemadura estelar como ejecutante del fundamento energético del dolor astrofísico frente a la aflicción de partículas contraídas y expandidas desde el control inteligente combinado por la fusión "etérico-material" de nuestros programas de extensión en el "super tiempo" que pasará a través del velo de los anti mundos de filiación no natural a otras "tipologías túnel" entre los límites provisorios radiales del electromagnetismo virtual para que las propiedades individuales de los hombres atados a la Tierra por pensamientos bailen sobre las consecuencias de un devenir estremecido por la ausencia del comienzo de su propio prototipo cósmico en la cajita de un átomo nuclear para el control de los viejos códigos en funciones de onda atadas a ramas sub corpusculares que lo capaciten para una nueva educación en el almacén de su psique.
