viernes, 15 de noviembre de 2013

EL OLVIDO QUE DESEABA LOCAMENTE VOLAR MIRANDO AL CORAZÓN QUE ABRÍA LA BELLEZA DEL OTRO APRETANDO LA PALABRA VIDA.

La hierba azul me tocaba los surcos del cerebro con un ruido a caloría marciana que subía por la nada desde un vacío que se caía a pedazos en la rabia pura salida desde un paquete de aire que trazaba curvas de amor sobre el reflejo de las olas aún vivas de quien se tiró al mar para aspirar tormentas de plata y miel fresca que rotaban para no agrietarse bajo las naves interestelares de mil almas coordenadas sin nombre ni número en las constelaciones supremas de un universo no calificado para la supervisión de la imagen en seres de creación no individualizada y pre personal de mundos de semejanza seccionada por circuitos y esferas paradisíacas con emisiones de luz sin calor cuando un sonido de cerezas crezca en la pálida lumbre que dejará una poesía sobre un manchón de musgo que se vuelva mujer al posarse sobre un horizonte que llorará al agitar la realidad cada atardecer mientras le crece un diluvio de sangre que se refleja en el brillo del hollín a través de gestos ascendentes de supervivencia inmortal de un grupo de criaturas candidatas a la fusión de su mente en la disolución de su memoria experencial  física de vida en una eternidad cuyo destino aún no es revelado por falta de asignación en la identidad de un sentimiento localizado en las huestes de aquel origen que lavaba la ausencia de sus hojas más altas que eran mojadas por el rocío que deja el polen al caer de unas pupilas negras y desconocidas en el hielo de una lágrima de piedra traslúcida donde las estrellas abren sus ventanas luminosas que arden a orillas de la pierna de un ángel que Lesamieron ordeñaba abriendo esos gestos que no han sido mirados en la cavidad que deja el cuerpo de los nervios lavados por el olvido y besados por mi boca cuando hace el amor con el silencio donde nace y se pone brillar la encarnación central de ella en el polvo fino del sexo con el olor a pensamiento que se detiene dentro de un orgasmo hecho de vidrio.