jueves, 26 de diciembre de 2013

EL ARTISTA QUE CORROMPIÓ EL FONDO DE SU ALEGRÍA MIRANDO A LA TERNURA APAGAR UN CIGARRILLO SOBRE SUS PÁRPADOS MUERTOS.

Relojes que se alimentan de ojos cerrados, carnes frotándose contra la piel de la vida, un amante muere sobre la corteza del sonido, un pensamiento vacío pierde su tinta a ras de suelo, el alma encierra su conciencia natural en alguna letra que sueña, se ilumina el tacto que se encierra en el sol, hay voces en la geometría de la luz que son las fronteras del vacío, un mordisco grita como un saltimbanqui agrietado, la ausencia se hace ácida envuelta en las manos del tiempo, los peces de la razón comen piedras caídas desde la mirada del éxtasis, un gemido enrojece tendido sobre una conmoción incolora, el azul arde al saberse un sentimiento de vidrio, una fibra nerviosa lleva dos pétalos que sobresalen como senos en el tajo de un afecto, la tela de la mirada se moja en los trozos del infinito, una duda circular se desprende del casillero de los cielos, sangra entre los flecos de un secreto, seres seráficos se trasladan de tiempo tras el renacimiento físico de una recta que desciende desde las convulsiones de un eclipse, la risa rota de la cabeza tiene dos pechos que lagrimean en un orificio, un concierto de vértices flotan detrás de besos que brillan suspendidos en el abismo, cuídate del temor de mi palabra amor, la voz no puede salirse de las cosas que nombra porque su cabeza proyecta sombras sobre el plexo solar, el silencio de la lluvia gira con sus piedras preciosas sobre la fibra más ártica del peso de la realidad, la distancia del error suena a plomo fundido, lo que no existe se bebe el licor que hay entre yo y lo que ahora me creo, el ruido de la humedad deja su baba en el reflujo de mi memoria, el color de un gesto que se pudre espesa la delgadez atómica de la tristeza de un niño, pedimos de tan cerca lo distante que ya no habrá...recojamos entonces el recuerdo que bebe en las venas chupándose la carne, una muñeca llora porque el oleaje ha mordido su sonrisa aérea mientras el mar gritaba de felicidad.