Cuerpos de cedro muerto en el silencio azul. Marionetas y sus paraguas miran entonces desde las estrellas.
La voluntad adquiere volumen como para tragarse el rosa plano.
El firmamento da vueltas.
Por todas partes.
Se trata de un objeto volador no identificado. Junto a él surca un muñeco con un parche en el ojo.
“Siempre existe lo que arrastras”.
Un momento antes, ese instante de inteligencia se transfiguraba en un carromato de circo.
El niño pintado posee espíritu femenino.
Tengo que renovar los párpados...
En el viento se parte el alma. No obstante, el espacio negro mueve sus dedos tocando al calor del mar.
"Tal vez el arsénico respira desde otra vida”.
Se entra.
Híbridos salen de un grito. Su muerte es anatómica.
El otoño llegó al sol.
Ya.
Hay un bache que despierta.