lunes, 5 de diciembre de 2011

EN EL VALLE DEL SONIDO PERDIDO.

Una nota grave arrastraba a los ángeles desde su masa planetaria hacia la ceniza amatista que descendía de la música. Los cuerpos de la naturaleza escalaban el aire en el envoltorio de las notas más agudas. Las vibraciones eran cuna de ternuras. Pero ellas, se quemaban cuando las cámaras de la Tierra sobrevolaban los hombros muertos de la dulzura.

- Con la masa bruta del planeta descansa todo lo que surge y se desarrolla en aquella voz de senda lejana. Allí, una torre y un sudario ocupan la caverna de nuestras ideas.

Lesamieron buscaba el color de las canciones cuya falta de gravedad las hacía inaudibles. En cada beso, los surcos de la boca se secaban. Se los enterraba allá donde habían sido apuñalados en los labios.

- Por las fronteras de toda melodía hay engendros ahí donde la conexión a la armonía no se mueve ya. Hay mensajeros Ofanim que son permanentemente sellados cuando leen en voz alta.

El mundo irracional marchaba bajo la luz verdosa de los contrapuntos. Un tema de amor emigraba narrándose en un pensamiento.

Ella, mientras tanto,  ponía relieves de cristal por donde transitaba su "adagio" transfigurado en ave secreta.