miércoles, 6 de febrero de 2013

CUANDO EL FRÍO SE LLENÓ DE OLVIDO ROJO PARA QUE UN AMOR AMARRADO AL CIELO NO SE TRANSFORMASE EN UN PEZ INMÓVIL.

Capas de cielo en la luz son hoy usadas por las formas-pensamiento como reflejos de velocidad. En el universo un ruido atraviesa los pliegues marinos del calor.

Ella vive en el color de mis ojos como un cristal humedecido.
Hay planetas hechos de brisa espiritual donde los habitantes apagan una lámpara cuando nos besamos y los soles sueltan sus trombas de leche envueltas en sueños de vapor.

Desde una pendiente de palabras los "bits" controlan a los Instructores del Edén. Entonces, nace el silencio cuando se lo mira.
La nada mete su sexo en la transparencia de una paz que flota muy inclinada. 

Hay sistemas evolutivos no-sanguíneos, en los cuales el cuerpo físico femeníno, lleva sus ovarios divididos en dos columnas bajo los párpados verdes.

En mis caderas sostengo tu estado de coma. 
Bañas tu rostro como una piedra en mi cerebro.

Al agua le crece el cabello y empieza a oler a carne.

Un durazno de arena busca sus lágrimas en el grito de un grano de tiempo.

Nuevos niveles de inteligencia se materializan en el comando de Orión. La sensibilidad de la materia se intruce en la cuadrícula de las preguntas que no tienen muerte.
Los extraterrestres utilizan los eventos magnéticos de cualquier intelecto que gire cerca del mar.

Una reacción del sueño se abre en una hoja oscura.
La mujer era un eco al borde de esa espuma nadaba sobre el portal de las olas.